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Mostrando entradas de mayo 14, 2017

¿Compañero?

Hace un par de días recibí la Propuesta de Futuro de Susana Díaz en la que, después de llamarme compañero – a mí, que solo me acompaño a mí mismo–, me habla de la bondad de sus intenciones , y lo hace con una prosa de quien no asistió a clase el día en el que explicaron lo de las comas respiratorias,  las concordancias/discordancias y las iteraciones, con un discurso farragoso, además de nebuloso y con un vamosaganar que da mieditis. Para empezar con cierto nivel de credibilidad, lo primero, por lo menos para mí, es que se demuestre la idoneidad con un discurso correcto, como poco, en su ortografía, que ser político no exime de la norma ortográfica, y menos si se aspira a gobernar a lo grande (este grande es espacial, por supuesto). Apunto que la moza no me cae bien de salida –yo siempre me fío de mi primera impresión– y, por tanto, accedo al texto con guantecitos y pinzas, y lo veo vacío de verdad y preñadito de cosas que todos queremos oír –que escuchar es otra cosa–. Pues bien, a

Fresas en el jardín

Fresas en el jardín como un escándalo y estas ganas de ser lo que no he sido, feroces como insectos de pantano. Coke fría a las diez –con aceitunas– mientras creo en mi Mac como en un dios menor y busco en el ratón esa conexión cándida del hombre con su extremo, Norfloxacino con agua y un pellizco de pan para pasarlo, recortar con tijeras unos logos prosaicos para un cliente breve, un Chester largo y suave, humo para sahumarme –fumar se ha convertido en un vicio laudánico– y alguna castración pequeña como un silencio. Fresas en el jardín y estoy mayor porque sé lo que hay y sé cómo se arregla, pero ya no hay tiempo, nunca lo hubo. Despreciar al que tiene y al que es quizás sea la clave, mofarse de su serio estar y pasar, de sus pequeñas mierdas sin otro interés que el de un futuro que no existe ni existirá jamás. Sonreír levemente si mueren de pronto y recordar que un día dije de mis niños peruanos que no tienen solución alguna, y ver que su solución es haber sobrevivido a cada uno

Outsider

Categóricamente soy un outsider , que no sé exactamente lo que es, y precisamente por ello debo de serlo. Y lo soy, quizás, por perezoso o por absurdamente harto de todo. Hoy me levanté con los dolorcillos de siempre, me llegué hasta la imprenta sin ganas, como siempre en los últimos años, tomé las riendas de mi nada por un par de minutos y llegó el cartero con un libro: Verdad y media , una antología de aforismos españoles del siglo XXI bajo selección de León Molina y edición de La isla de Siltolá. Oye, que me vi allí de pronto en negro sobre blanco, como a trasmano, sin haberme enterado siquiera de que iba a estar formando parte de ese florerito de definidores frustrados . Un barullo en la cabeza, un no saber si era vanidad o cabreo lo que me hacía decir esos mecagoenlaputa que me salen cuando me absorto. Comprendí enseguida que todo es una cadena de favores, que yo soy porque otros fueron antes y para que otros sean después, vamos, que me sentí casi Susanadíaz,  sin trabajo conoci