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Otro encuentro con Sonia Luz y Ricardo.


Sonia Luz, Ricardo y Mª Ángeles a la puerta del Liceo.

Viajé a Helmántica ayer para recuperar de alguna forma mi hermoso viaje a Perú abrazando a mis amigos Sonia Luz Carrillo y Ricardo Falla y para intentar pagar una deuda que tenía con ellos, pues su acogida en la ciudad de Lima fue hermosa y entrañable. Tenía como primer asunto a solventar el entregarle una figurita de Cervantes a Ricardo, lo que me resultó imposible después de recorrerme una por una las tienditas de recuerdos salmantinos y alguna que otra papelería... solo me enseñaban figuritas de Don Quijote talladas en madera o de vaciado de pasta y hasta me llegaron a ofrecer una imagen de Miguel de Unamuno bajo el pretexto vendedor de que también se llamaba Miguel, había sido escritor y se daba un aire a Cervantes... pero intuyendo el fracaso, había ido preparado con una preciosa edición de la obra de Quevedo fechada en 1702, restaurada magníficamente para la ocasión, un libro del que no me costó desprenderme sabiendo que en las manos que queda estará  mil veces mejor que en las mías... y a Ricardo creo que le encantó el cambio, hasta tal punto de que en su lectura de poesía en el Liceo salmantino apareció con el libro en la mano y su primera referencia fue de agradecimiento por ese presente.
Antes de la lectura, habíamos quedado en encontrarnos en el Café Novelty... y allí nos abrazamos fuerte y compartimos un delicioso chocolate con churros mientras aguardábamos a que llegase la hora Liceo.
Junto al Liceo nos encontramos con mi hija, se la presenté a mis amigos y fuimos al trámite de la lectura poética... el acto, fuera de la pomposidad de sus presentaciones y postsentaciones, algo añejas para mi gusto, resultó delicioso, no solo por la poesía de mis amigos (representación viva e importante de la generación poética peruana del 70), sino por ese hermoso canto que es su interpretación del idioma, por su gusto en la lectura pública y por la alta sensibilidad interpretativa de sus poemas. Me encantó y basta.
Terminado el asunto, en el que intervinieron más tiempo –para mi disgusto– los tres presentadores que los poetas (España es así) pude fumarme un cigarrito junto a mis amigos, que también son cigarrerillos, y asistir a la cómica situación de la apertura inexperta que hizo Ricardo de su paraguas... lo dejó destrozado e irrecuperable al primer intento... y nos despedimos hasta mañana viernes, pues viajarán a Béjar y pasaremos un día juntos para que puedan conocer la zona y yo pueda sentir la enorme deuda que tengo con ellos algo amortizada.
Fue un verdadero placer... y seguirá siéndolo.

Acto poético en el Liceo.


El maravilloso destrozo que Ricardo hizo en un segundo de su paraguas.

Sonia Luz y Mª Ángeles.


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