Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre 3, 2010

Recordando con emoción a nuestros muertos comunes.

Foto de la inauguración del monolito dedicado a los masacrados bejaranos durante la guerra incivil española. Ya acabó la presentación del libro sobre Pedro Mirón y debo confesar que hacía mucho tiempo que no me sentía tan sensible en un acto público y que no me temblaban tanto la piernas como hoy me ha sucedido. Estar entre personas que comparten la falta dura de un familiar por causa de injusticia, el ver a mi madre y a mi tía Antonia entre el público y sentir que algo extraño y profundamente emotivo flotaba en el ambiente... me dejó sin tablas posibles, titubeante y absorto, con un constante nudo en la garganta y mis ojos llenos de lágrimas. Pido disculpas a los asistentes por mi falta de entereza y les agradezco su atención y su respetuoso silencio. Dejo aquí una copia de mi intervención y mi agradecimiento a Higinio y a su familia por haberme hecho partícipe de este acto. TEXTO DE PRESENTACIÓN DEL LIBRO SOBRE PEDRO MIRÓN “ Cuando Higinio Mirón, desde el afecto y desde la gen

Literas en Perú.

Así dormía hasta hace una par de semanas la familia de Yarita Denís, todos en esta cama. Yarita estrenando su litera. Mirad dónde queda el tejadillo de su habitación. Otro becado junto a su hermana en su nueva litera. Se aprecia la limpieza de los niños y el trabajo de su madre en la habitación. Esto es muy gratificante. Esta mañana, cuando llegué a mi estudio para darle el último pulido a mi intervención en la presentación del libro de Pedro Mirón en Béjar, me encontré en el correo gran cantidad de información gráfica del Perú referidas a nuestras becas solidarias SBQ, imágenes que han conseguido que se me salten las lágrimas de emoción y que mi ánimo crezca desmesurado. Nuestros primeros becados ya tienen cama en sus hogares [a cada uno se le ha entregado una litera de madera de cedro –que es de las más resistente al paso del tiempo y a la acción de la carcoma–, dos colchones y ropa de cama que consiste en dos juegos de sábanas y dos edredones]. Por absurdo que parezca e

Los túneles perdidos del Palacio Ducal bejarano.

Torreón del Palacio Ducal con el hundimiento abajo. De chiquitillo, cuando salía de mis clases en el colegio Salesiano, perdía un buen ratito, antes de ir a mi casa, en los alrededores del Palacio Ducal bejarano. Entre los críos corrían mil historias de pasadizos subterráneos que daban salida de urgencia desde el palacio a distintos puntos de la ciudad y nos agrupábamos ante algunas oquedades de los muros que daban base a los torreones para fabular e incluso para ver cómo algún atrevido se metía uno o dos metros en aquella oscuridad tenebrosa y estrecha. Ayer, en mi curioso pasar y por esa metichería que siempre tenemos los que llevamos el prurito de la escritura, escuché durante el café de la mañana que se había producido un hundimiento al lado de uno de los torreones del Palacio Ducal y corrí a pillar mi cámara y me acerqué hasta el lugar. Allí, bajo el torreón en el que se ha instalado una cámara oscura hace un par de meses, había unas protecciones frugales que rodeaban un aguj

Un abrazo para la familia Barrios Barbero

Me llamó You con la voz tristona para darme la mala noticia del fallecimiento del padre de Pepe y Mónica Barrios, un tipo jovial al que recuerdo con mucho cariño y del que me ha quedado en la memoria su postura ética y su pensamiento de izquierdas con una profunda base social, un pensamiento que extendió a  sus hijos para conformarlos en trabajadores por la solidaridad y las causas de la justicia y el humanismo... su imagen me aflora siempre sonriendo mientras bajaba la cuesta empinada de Las Olivillas, la parada cortita que indefectiblemente hacía al encontrarme, los saludos pertinentes y los comentarios urgentes del estado de las cosas... no puedo asimilar a esta hora que un tipo con su fortaleza y con esa jovialidad tan envidiable haya sido pasto temprano de la que se cobra las últimas facturas. Un abrazo para mis amigos y el recuerdo imborrable y emocionado de aquella sonrisa franca y directa.

Me encanta el escritor... pero me asusta el hombre

A Vargas Llosa llegué con la mente abierta, joven y sin saber de nada, y me quedé pasmado, lo confieso... andaba muriéndose el General cuando leí por primera vez “La ciudad y los perros”, y recuerdo que tuve un exceso Cafrune durante la lectura de “Pantaleón y las visitadoras” en la buhardilla de la calle Meléndez salmantina... más tarde leí a Gabriel García Márquez y me gustó mucho más, además de que su propuesta literaria encajaba más en mi presupuesto imaginario y que entre las dos imágenes, siempre, preferí la de Gabriel por sentirle más normal, menos afectado. Y la agresión de Vargas Llosa a García Márquez en 1976, durante la presentación de la película “Odisea en los Andes”, hizo que me decantara decididamente por GM. Hoy me alegro por las letras peruanos y por las letras hispanas [reconociendo públicamente el mérito literario de Mario VLl], pero la edad ha terminado dejándome el mismo regusto amargo con VLl que con Camilo José Cela, ambos arrimados siempre al poder y al dinero,

Arturo

Siempre, a eso de las nueve y cuarto de la mañana, cuando voy a tomar café, se pide una copa de coñac y una cerveza, ambas a la vez, y se sienta tranquilito a ver la tele en un taburete. A esa hora hay siempre un noticiero y suele hacer comentarios en alto sobre los vídeos que acompañan a las noticias... si sale Rajoy con una corbata verde fosforito, se descojona él solo de risa y dice que a dónde quiere llegar ese tipo con una corbata de ‘los chinos’... si sale Zapatero, se arranca con cosas como 'esto no es nada serio comparado con Alemania'... pero hoy fue espectacular, pues al llegar se acercó a mi grupo cafetero y empezó con esa martingala suya constante de que en Alemania todo es mejor, que allí nadie escupe en la calle, que allí no se detiene a ayuntamientos completos por robar, como aquí sucede; que allí te multan solo por doblar los billetes y que todo el mundo saluda y se despide al entrar y salir de cualquier sitio público... y de pronto se arrancó con una carcajada

Me miro...

Me miro por el caleidoscopio de mis hijos y enfoco lo que soy, de dónde vengo, cómo gesticulo, de qué carezco y en qué me puedo explayar... mi hija es exactamente igual que yo, el mismo carácter, la misma sonrisa, el mismo trazo irónico, la misma falta de concentración y el mismito dejarlo todo a medias... y la misma mala leche. Mi Felipe es mis gestos exactísimos y ese yo tan perverso cuando no estoy para nadie [y muchas cosas más que no me apetece contar en estas páginas]... y mi Guille exactamente el niño que fui, la ilusión constante por todo y por todos, la fabulación llevada a sus máximos extremos, la desgana a veces y la obediencia inmediata a quien se debe obedecer, el mundo imaginado y los dibujos, los constantes dibujos en cualquier papelino. En los tres hay también un trazo lógico que convive con un punto tragicómico de locura espasmódica que sé que me pertenece... y me siento culpable y orgulloso, acojonadito completo por el futuro que les viene a molestar esos trazos genét

Que vuelva la astenia...

Que vuelva la astenia, coño, que vuelva... que estoy amordazado por el trabajo continuo y tedioso, que no puedo ni hablarme a mí de mí mismo en estos días... que vuelva la astenia con estas lluvias nuevas que van limpiando todo con lamidos de agua, que vuelva con los vientos racheados y las hojas rindiéndose al otoño, que vuelva igual que se fueron los pájaros a tierras africanas hace unos cuanto días, que prefiero estar quejándome de no saber escribir antes que de no poder intentarlo... y lo sé, claro que lo sé, que soy un culo de mal asiento y tan pronto me amohíno porque no tengo curro, como me cabreo porque el curro me abrasa. Estoy saliendo de unas semanas locas de maquetaciones y diseños urgentes... y también de algunos malos rollos que tienen algo que ver con los celos profesionales [es de lo peor que conozco el que un tipo al que no conoces, y con el que jamás te has cruzado, se empeñe en fastidiarte porque decide de pronto que le pisas su terreno... sin pisárselo, claro]... y