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Mostrando entradas de abril 26, 2009

Jeep de autores III

Me siento absolutamente feliz porque hoy he recibido el premio más importante de mi vida como poeta y editor, pues mis amigos, mis compañeros editores y poetas, la gente que realmente conoce de primera mano lo hermoso de este trabajo, sus luces y sus sombras, sus sacrificios y todo el tiempo robado a cada uno de lo días... decidieron entregarme el premio EDITA 2009 en un acto que resultó para mí muy emotivo, más, si cabe, por la intensidad con la que mi hermano Uberto Stabile hizo un recorrido por mi trabajo en los últimos 16 años como editor y poeta [flipé al ver en la pantalla gigante del Teatro del Mar una colección de fotos de cuando empezamos con la movida... estaba mucho más joven, rubiete y siempre arropado pr vosotros] y porque lo recibí de las manos mágicas de Antonio Gómez, que siempre fue ejemplo a seguir y norte inalcanzable... mi maestro editor y el poeta concreto vivo de más calado iemblo solo de pensar en que he vivido todos estos años junto a su tranquila imagen míti

Jeep de autores I

Fue el viaje ahasta Punta Umbría de lo más agradable, con Fabio de la Flor y Ben Clark haciendo de copilotos de este porompompón al que a la altura de Garaloza ya le dolía la pierna derecha de solo apretar el jodido acelerador [los coches automáticos tienen estos problemas]. Charlamos durante el camino de las historias criseras del ‘circulante’, de edición y de nuevos proyectos en camarita de los que no hablaré para no gafarlos. Hicimos dos paradiñas, una para zamparnos un bocata de calamares calentitos a la altura de Mérida y otra para una Coke en Los Santos de Maimona. Durante todo el caminito llevamos un magnífico nublado que se convirtió en frasquete cuando llegamos a Punta [que anda como de gala en la entrada… esas cosas artificiales de los lugares turísticos con hoteles renuevos y rotondas embetunadas… y con una patente crisis en su interior… montones de locales cerrados con cartelitos de se vende o se alquila], todo hay que decirlo, nos metimos en el primer bar que vimos abierto

Segunda edición de “No pasa nada si a mí no me pasa nada”.

28 de abril de 2009 Jo, qué chuli es tener entre las manitas la segunda edición revisada de “No pasa nada si a mí no me pasa nada” que acaba de tirar en imprenta Editorial Delirio para engordar mi ego maltrecho. Cambio de cartulina en cubierta y nueva foto, algunos arreglitos de erratas sobre la primera edición y compaginados numerados a pie de página [que en la primera edición iban las paginitas a pelo y era difícil encontrar para releer o simplemente citar]. Feliz que estoy, coño. Y mañana a ultimar los preparativos para mi viaje a Punta Umbría con el fin de asistir al encuentro “EDITA + Palabra Ibérica”, en el que participarán un montón de editoriales independientes y alternativas del mundo mundial... viajaré con Fabio de la Flor, Ben Clark y Gonzalo Escarpa... y podré abrazar después de muchos meses a un montón de amigos a los que añoro y quiero un montón montonero [si alguno/a anda por allí durante esos días, pues que nos tomamos juntos unos botellines y lo que se tercie]. Me mola

Separatas.

26 de abril de 2009 I Recibo el número dos de la revista mexicana “Separata” [espero que llegue sin gripe porcina... vaya movida, coño] conteniendo una “Patología del desaliento” de mi amigacho chileno Juan Cameron que me gusta mucho, mucho y mucho [enhorabuena ‘Cameron de Valparaíso’], un cuentito de Carla Patricia Quintanar, un ensayo interesante de Víctor Sosa [“El necesario exilio (de la realidad literaria a la ficción de lo real)”], unas pinturas cardiacas de Edgar Vásquez y un elogio a Ernesto Martínez realizado por Federico de la Vega [“La continuidad del sonido”]. Gracias a Federico de la Vega y a Miguel Aguilar Carrillo por estos envíos que tanto disfruto. ••• II *En homenaje al Juan Cameron de “Escrito en Valparaíso”... otro, que ya hice uno hace meses del mismo tono. Padre, no leas a Shakespeare, que la Venus de Milo no tiene brazos y aún quedan cosas por hacer en la casa [tornillos que apretar, maderas sueltas en la terraza, libros descolocados sobre el estante de la tele..

De un mandil saqué un mandril.

25 de abril de 2009 Hace un par de días, mientras preparábamos en una reunioncilla el mercadillo solidario para el día 5 de junio [a la reunión asistieron Mayca, Concha Bueno y Manolo Casadiego], Concha me enredó –ella es enreda para todo– con que tenía que pintar un mandil para venderlo ese día [y la periquita enreda bien, como debe ser, pues traía mandiles de colores para escoger, frasquitos con pinturas de múltiples colores y pinceles finitos]. El caso es que me enganché y, sin más, sin haber pintado nunca sobre tela, sin conocer la técnica ni los truquillos, sin tener una idea de dibujo en la cabeza, me puse a manchar como un cosaco, a cabrearme porque no era capaz de que los pinceles corriesen, a investigar sobre el mismo trabajo cómo funcionaba la pintura en disolución y sin ella... y todo fue un desastre constante en el que pastichaba tachando sobre lo ya hecho. El resultado es un ‘mandril’ que me ha llevado más tiempo que a Marco encontrar a su madre, un cabreo personal de no t