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Mostrando entradas de noviembre 23, 2008

Es hermosa esa nieve.

Cuando salí a la calle esta mañana, estaba nevando intensamente y sonreí [la nieve siempre me trae recuerdos alegres y me pone el cuerpo a tono]… y al llegar a mi estudio comprobé que aquí adentro también acababa de caer una hermosa nevada, pues al abrir mi mail me encontré con el aviso de La Caixa de una fuerte colaboración con ‘SBQ solidario’ por parte de los colegas Jesús y Sinda [para que os hagáis una pequeña idea del valor de las aportaciones económicas que nos hacéis llegar, os comentaré que tenemos determinado ya un terreno en Alto Moche y estamos valorando su compra. Son 2.000 metros cuadrados y su precio oscila entre 600 y 800 euros]. Así que me puse a dar brincos y a reír a carcajadas gracias a vosotros, hermosos vencidos que aún no sabéis lo que es rendirse. También estoy gozando de esa sensación antigua que me indica que lo estamos haciendo bien esta vez, sin mediadores grandes que se dejen un bocado importante del pastel en gastos de gestión y en sueldos solapados a ‘volu

Dame luz.

Qué artificial es todo, qué indecente… Contra el mundo debo tomarme la vida como un sacerdocio o ser el extranjero que no fue capaz de aprender el idioma de los otros, el que sonríe para que le tengan por imbécil, el que asiente con la cabeza a cualquier gesto. ••• Hoy vi a la familia completa de Luisito y María [una suma hermosa que casi se ha hecho multiplicación] y me gustó la pinta del asunto, con mi amigo feliz [que se le nota a la legua] y sin permiso para salir ya de parranda [él lo asume encantado]… y me dio en la nariz que todo tiene arreglo si dejas que exista el horizonte. Luego hice resumen del día y me volví a acordar de que hay buena gente por ahí dispuesta a lo que sea [de las últimas horas me quedan los hermosos detalles de Joselín, Manolo Casadiego, Lorena, Dani y Ana, Concha, Gerardo, Guadalupe, Antonio G. T. …]. ••• Dame luz hincando tus rodillas sobre lo aniquilable, pues soy la triste acrópolis de un esplendor pasado que masculla su ruina y necesita asedio. Que se

La mirada adelgazada.

Abrígame, porque el fulgor aniquila y mis ojos apenas y resisten mirar los faros encendidos de los coches, porque crujen los huesos y hay una vendedora de castañas asadas en la acera aseando del frío los carámbanos, porque el mundo existía hasta ayer y hoy solo veo sendas cerradas de espinos y afiladas zarzamoras, porque el atlas acumula fronteras y el cuerpo grillos y la muerte una alfombra de musgo espesa y húmeda. Salí con la mirada adelgazada por los cuatro grados bajo cero que enmascaraban el día con su tacto de lija. La calle estaba quieta, como en un contraluz, mientras el difumino del aliento ponía un flou delante de mis ojos. En estos días hay que ser astuto para engañar al frío. Los héroes contados andaban a sus cosas [unos barrían con prisa las aceras, otros rastrillaban las hojas caídas de los plátanos y las amontonaban en pequeñas torres de babel sin idioma posible, otros corrían a mirar sus cartillas en los bancos]. Yo me concentré en el escozor constante de mi tallo [frí

El café templado de Garbancito.

Entre que garbancito me puso el café templado y los clientes de PdT se estaban metiendo entre pecho y espalda ese cocidito molón de los miércoles, entre que recibí con alegría la adhesión del Roberto Bueno a la cosa SBQ y departí con Guadalupe media horita de reloj [también en PdT y con café], entre que mi You andaba diciendo a grito pelao [porque yo se lo había dicho antes] que los jugadores del Madrid son una pandilla de atracadores y que mi Felipón tiene que practicar con Excel para un examen de mañana, entre que tengo vacaciones intermitentes [media hora sí, media hora no] y que me he puesto flup con un litro de zumo de manzana Zumosol que he tragado a gollete… se me ha pasado el día como si nada. Y, mientras, se medio caía el mundo, como todos los días, con la Aguirre en Bombay pasándolas más putas que Caín [y no me alegro, aunque quizás le sirva para pillar un poquito de humildad y sosegarse], con José Cedón secuestrado en Somalia, con los curritos de Nissan y Acciona gritando po

Yo, buey solo, bien me lamo.

Siempre fui partidario de aquella respuesta que Marx le espetó a Feuerbach: “hasta ahora los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo de distinta forma, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Con el tiempo y la edad he llegado a darme cuenta de que interpretar el mundo resulta tan absurdo como imposible se me aparece el intentar cambiarlo; pero persisto en ambas opciones desde mi escasa posibilidad. De todo lo pensado hasta el día de hoy acerca de lo que me rodea, de lo que supone para mí y de lo que yo supongo para ello, me quedo con una agria sensación de inexorabilidad contra la que solo puedo oponer cierto voluntarismo [más o menos, según el día y los ánimos], y de esa interpretación del mundo como inexorable y de ese voluntarismo llego también cada día a la conclusión de que solo soy hábil para una transformación desde lo individual [el otro día, en una conversación rápida con un cercano , mientras ibamos en mi coche a recoger a Guillermo, cometí la estupidez de ped

No a los 'nómoi'

¿No sería extraordinario acercar nuestras convenciones [ese ‘nómoi’ griego] al hecho natural, y así darle un reves a todas las teorías filosóficas que vienen contraponiéndolos desde que el pensamiento humano empezó a escribirse? [yo en esto soy cada vez más platónico]. Pensemos simplemente que el mundo es transitable y abierto a caminarlo por naturaleza y tiene fronteras por convención, por ejemplo [Platón habría postulado el simple tránsito libre, mientras que los sofistas –que eran convencionalistas– defenderían con uñas y dientes el establecimiento de fronteras]. Al final todo se reduce a esas dos posiciones, y de ellas parten múltiples problemas que acucian y dividen a los hombres [por naturaleza, Canarias es un un archipiélago… por convención es española]… y del convencionalismo nacen los terribles relativismos que llevan al hecho religioso y a las batallas ideológicas y políticas [un indú famélico jamás comería la carne de una vaca, que por naturaleza es un alimento sano y proteí