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Mostrando entradas de marzo 25, 2007

Tocar es poseer... mirar es robar un poco.

Quien toca toma posesión de lo tocado, lo hace suyo, lo adhiere a sí y lo interpreta, pero lo tocado toma conciencia de tal posesión… Quien mira, roba. Quien mira una boca, roba. Quien mira unos pechos, roba. Quien mira a unos ojos, roba. Poseer y robar. Poseer para tener. Poseer para destruir. Poseer para intentar permanecer en lo poseído… Robar para sentir la tensión de quien no sabe que está perdiendo. Robar para poseer. Robar para permanecer en lo robado. MEME Me invita el colega Javier Méndez Llamazares a participar en una “meme” iniciada, al parecer, por Álvaro Valverde. La cosa consiste en copiar las cinco primeras frases del segundo párrafo de la página 139 del primer libro que tengas a mano. Yo copio de “¿Para qué sirve el arte?”, de John Carey: “La sencilla distinción de Laski, junto con la intervención del lord justice Coleridge, nos proporciona una manera de diferenciar a los amantes del arte. La pregunta que debemos formularnos es: ¿cómo el amor que alguien siente hacia el

Amar es propiciar espacio al sujeto amado.

Me espera fin de semana achuchaíno: Remate del local candidatural, visita de Diego Mesa, revisita de Fernandito R. De la Flor, rematito Patrocinio, firmada molona de un montón de libros made in Segundo Santos… y luego la semana… la jodida semana con dos libros que entregar, un par de currantes de vacances, solos [nosotros] con mis suegros [casi como solo en casa… sin madre para desayunar, comer ni cenar] y dos jodidos días de vacaciones sacras para romper el ritmo empresarial que hace posible el pago de las nóminas. Menos mal que hoy mi Mª Ángeles se presentó a los postres con unos bartolillos de sorpresa, esos fritos rellenos de crema que siempre compraba yo en la panadería de la Casa de Las Conchas cuando era estudiante universitario, esos bartolillos que hacía ya la friolera de veinte años que entraban por mis ojos y por mi boca. Para comérmela a ella junto a los bartolillos. Sé que en este diario apenas hablo de mi Mª Ángeles, y lo hago a conciencia y en conciencia, porque el amor

Una nada nunca es bastante.

Ya no hay héroes ni irremediables tragedias que nos hagan sentirnos románticos, vivimos en un mundo que se divide en sísifos [con su ridícula tragedia de llevar la piedra a cuestas hasta la eternidad] perfectamente conscientes de que el fracaso personal es el fracaso de toda la humanidad y en sísifos que no saben aún que lo son. Si vamos a morir irremediablemente, todo puede resumirse en un absurdo lleno de desconsideración hacia los hombres que lo sufrimos: Matas aunque sabes que vas a morir, sojuzgas aunque sabes que vas a morir, te sacrificas auque sabes que vas a morir, te privas de lo deseado aunque sabes que vas a morir… Y de ahí el fracaso como hombre y como parte de la humanidad, que erramos intentado creernos que estamos en un camino de búsqueda mientras que tenemos la absoluta seguridad de que somos fruto de desaparición. Sinceramente, no entiendo nada… no entiendo cómo no salgo ahora mismo a la calle y le digo a cada uno de los que se crucen conmigo justo lo que pienso, o có

¿Candidato viene de cándido? No creo.

Empecé el día de lujo con visita al IES Ramón Olleros para realizar un par de actividades de su semana cultural. La primera actividad, que suponía la segunda visita al centro para rematar la colección de poemas objeto realizados por los alumnos fue deliciosa, con una participación estupenda y con mucho sentimiento puesto en el asunto poético. Me llamó a las lágrimas una chiquilla que había hecho una caja en memoria de sus abuelos muertos… mientras nos explicaba el objeto de su poema se echó a llorar desconsoladamente y enmarcó una preciosa imagen de lo que debe llevar al poema y de lo que debe poseer el poema. Creo que todos los allí presentes entendieron su emoción mucho mejor que toda mi colección de palabras y recomendaciones. Mi hija Mª Ángeles hizo una bella representación del fascismo que me gustó mucho, como me gustó verla emocionada en una esquinita cuando lloraba la chiquilla bellísima con la explicación de su poema a la falta. La segunda actividad versaba sobre cómo se hace u

Hmmmmm.

Hoy es un día sin palabras. De Tontopoemas ©... * "Samba pra Vinicius" de Toquinho.

La vida es como vomitar e irse de bareta.

Sigue mi Felipe en plan pimporro, con la tripa dolorida y con el camino abierto a cualquier servicio que se preste. A mí me tiene destrozado, sin dormir y sin poder reposar. A primera hora lo llevé a casa de los abuelos para poder ir a trabajar [mejor haberme quedado en casa]. Llamé a eso de las diez para ver cómo andaba el chaval… “Oye, este niño vomita y se va de bareta”. Claro, coño, si no vomitase y no se fuese de bareta estaría en el colegio dándole toda la guerra del mundo al profe de música, al de dibujo y a la de tecnología… “Ya, pero vomita y se va de bareta”… Que sí, que ya lo sé, que es normal estar así cuando se tiene una gastroenteritis de caballo… “pero hay que ir al médico con él, que vomita y se va…” … Vale, déjalo estar, que se tranquilice y vea un ratillo la tele sentado en el sillón, que ya estuvimos ayer en urgencias y nos dijeron que es cuestión de un par de días, agua con limón y una dieta blanda. A la media hora me llama mi Mª Ángeles: “Felipe, llama al médico p

Prefiero un punto nitido a un universo nebuloso.

Porque una ética puede ser buena o mala, y siempre según el punto de vista que tomemos, una moral también puede ser buena o mala por las mismas circunstancias. Mientras que la primera toma función en los valores [que pueden ser de orden material, sentimental o espiritual], la segunda se expresa en las normas y los usos de esos valores. Así, una buena ética puede llevarse con una moral perversa o una ética nefasta puede enmascararse con una moral decorosa. En todo caso, cualquiera de las percepciones que suponen una ética y una moral son falsas de base, pues su desarrollo implica la suposición de que hay otro que va a tomar mis parámetros como comparación e incluso como forma de uso vital… y esa suposición, por serlo, ya es de partida irreal. Así, yo le doy un valor a la amistad y supongo que tal valor es par en quien va a recibirla… a la vez, presupongo unas normas para que esa amistad camine, y también imagino que quien recibirá mi amistad va a tenerlas en cuenta y a cumplirlas. Si el