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Yamato-takeru

Debo ser importante, pues ya hay imbéciles que suplantan mi personalidad en internet para intentar enfrentarme con mis amigos. En fin, los miserables sólo merecen seguir nadando en su mierda. Allá ellos.
(21:45 horas) El día ha sido asfixiante en todos los niveles... y algo desolador. Lo peor ha tenido que ver con mi trabajo y con un estudio de diseño absolutamente incompetente, eso sí, cobrará sus buenas pelas de la Junta de C. y L. por realizar un trabajo que yo me había currado y que han dejado para el puto arrastre –serán familiares del algún político castellano.

Y empiezo a relajarme un poquito con mi soledad, la música de Carl Weathersby y los sonetos de W. Shakespeare. Espero que cuando tome tono pueda ponerme un ratito a revisar mi plan para mañana en Mérida, que sobre todo se centrará en volver a ver a mis amigos Antonio Orihuela, Marino González y Antonio Gómez (tres mosqueteros importantes de verdad).
También he hablado hoy con Jesús Urceloy y hemos quedado en vernos en Béjar un fin de semana de estos –le espero con los brazos abiertos.

(22:07 horas) La mediocridad, es mi esperanza, a veces alumbra cierto valor y se produce el cambio. Yo espero a que me suceda algún día para poder respirar y destensarme.
Esta mañana me levanté más mediocre de lo normal y el día me ha llevado a peor, justamente a pensarme puta mierda, y todo por circunstancias ajenas, por falta de dedicación de los otros y, eso sí, por falta de carácter para gritar todo lo que pienso a cada uno de los que se han cruzado hoy en mi camino.
Me dejo por imposible.

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